Sinopsis: Veintidós años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla Nublar ha sido transformada en un parque temático, Jurassic Wold, con versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando todo parece ir a la perfección y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio de especie todavía desconocida y que es mucho más inteligente de lo que se pensaba, comienza a causar estragos entre los visitantes del Parque.
Era imposible que tuviese el impacto de la
original, había que adaptarla a los nuevos tiempos -un cine familiar más largo, más ligero, más explosiones, más chascarrillos y mucha menos tensión- y al hacerlo lo han hecho de una forma muy muy torpe. Si vuelves a ver la
primera entrega, verás que sigue siendo una buena película que tiene un buen equilibrio entre tensión, acción y humor, en cambio en esta están más preocupados de buscar espectacularidad que contar una historia decente o por lo menos hacerlo de una forma decente. No pido que sea realista, pido que una vez aceptada la premisa -resucitar dinosaurios, crear un parque temático con ellos y mutarlos- las decisiones y escenas siguientes sean en consecuencia y para eso no ayuda ver a la protagonista corriendo en tacones por la selva y delante de un T-Rex, ver como el chulito de turno en moto lidera una cacería usando velociraptors como si fueran mastines y mucho menos el presentar a dinosaurios como buenos y malos. Los guiños constantes a la primera no suficientes para que un ataque de nostalgia te haga aprobarla.