Sinopsis: La desbordante alegría de las fiestas de Nochebuena va a hacer que Frank Cross sufra alucinaciones fantasmagóricas en esta divertida sátira de “Un Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Cross, que ha hecho una carrera meteórica desde el puesto más modesto del departamento de envíos de una cadena de TV hasta alcanzar la presidencia, es tacaño, desagradable, ingrato, implacable y con un cruel sentido del humor. Antes de que la Nochebuena termine, recibirá la visita de un desconcertante taxista neoyorquino del pasado, un hada del presente, un tanto estrafalaria y, finalmente, un sádico, enorme y descabezado mensajero del futuro.
Cuando una película se basa en una idea, novela, película anterior o en algo ya visto debe ofrecer algo nuevo al espectador para que a pesar de conocer su desenlace la película le agrade. Ese algo nuevo pueden ser muchas cosas: un buen montaje, buenos chascarrillos, buenas interpretaciones, guiones ingeniosos, etc. Esta película carece de todo lo dicho más arriba por lo que se hace soporífera. En Bill Murray recae todo el peso de la película y no consigue que funcione.
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