Fast & Furious: Hobbs & Shaw (ni fast ni furious)

Sinopsis: Desde que se cruzaron los caminos del agente Hobbs, un leal miembro de los servicios de Seguridad del Cuerpo Diplomático estadounidense, y del solitario mercenario Shaw, ex miembro de un cuerpo de élite del ejército británico, los insultos, golpes y burlas no han cesado entre ellos para ver cuál de los dos cae antes. Pero cuando un anarquista mejorado ciber-genéticamente llamado Brixton se hace con el control de una peligrosa arma biológica, el mundo se enfrenta a una de sus mayores amenazas. Cuando Shaw se entera de que además Brixton ha derrotado a su hermana, una brillante e intrépida agente secreta del M16, él y Hobbs no tendrán más remedio que dejar su mortal enemistad a un lado para salvar el mundo y derrotar al único hombre capaz de acabar con ellos.

De verdad... ¿la gente que esperaba? Entrega tras entrega hemos visto como un grupo de mecánicos roba coches se convierten en un grupo de élite mientras ofrecen escenas como, literalmente, una cascada de coches que caen de un edificio o al personaje de Johnson coger un torpedo con las manos desnudas. Yo estaba dispuesto a tragar con estas cosas, no por la saga ni no por la química inexistente entre los dos protagonistas con sus puyas sin gracia, podría pasar todo eso, pero es que se hace tan tan pesada, que lo único que podría salvarla, un desenlace con mejor acción y menos forzado explota por los aires con ese viaje a Samoa, no hay por donde cogerlo y sobre todo aburre muchísimo.