Pasable comedia, que sí resulta en líneas generales simpática y es cierto que no aburre y se ve sin problemas, pero tampoco creo que tenga mucho que destacar. Se agradece la presencia de, por ejemplo, Miguel Rellán, pero el guion no es un dechado de virtudes precisamente y las situaciones no son muy dinámicas y son muy forzadas, como la presencia del youtuber venido a más que hace de su hermano, si exceptuamos el vuelo del comienzo, que sí hace reír. Distraída, mientras se ve se pasa un rato sano y ameno (pasando bastante vergüenza ajena por los despropósitos de la protagonista), pero se hace algo bola con el buenismo de su final.
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