Sinopsis: El veterano teniente Somerset, del departamento de homicidios, está a punto de jubilarse y ser reemplazado por el ambicioso e impulsivo detective David Mills). Ambos tendrán que colaborar en la resolución de una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como base la relación de los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira. Los cuerpos de las víctimas, sobre los que el asesino se ensaña de manera impúdica, se convertirán para los policías en un enigma que les obligará a viajar al horror y la barbarie más absoluta. Una gran película, pocos podrán decir lo contrario, pero si ya la has visto no tiene ningún interés volverla a ver. Pequeñas cosas que te molestaron la primera vez al verla, algunos diálogos, la interpretación algo plana de Morgan Freeman, etc. se ven acentuadas cuando la gran baza de la película el desenlace ya es de sobra conocido. El tiempo suele poner a cada uno en su lugar y si nos fijamos en la película es buena, buen final, algo original pero el desarrollo es algo mediocre.
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