Ya había olvidado el ritmo pausado de esta serie, que no molestaba porque había una trama muy bien llevada que contar, pero en esta película hay pausas y una sucesión de cameos, pero historia no hay. La trama carece de interés, hay mucha escena de relleno, los diálogos son pobres y, en general, el personaje de Jesse no tiene la fuerza ni el carisma que tenía Walter para sostener toda la obra él solo. Se van alternando algunos flashbacks de cuando estuvo encerrado la última temporada que poco o nada aportan, sólo alargan la cinta más de lo necesario. Lo único destacable es la última media hora, de hecho recomendaría solamente los primeros 15 minutos para situarnos un poco y saltar directamente al tercio final. No os perderíais gran cosa y os quedaríais con las partes más interesantes.
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