Al igual que con El señor de las moscas, la trama de esta película la conocía mucho, tanto por la parodia de un capítulo de los Simpson como por las muchas referencias que hacía de ella en programas de cine. Todo eso no hace más que restar factor sorpresa y provocar que el desarrollo se haga más pesado. Unido a unas interpretaciones bastantes flojas y que sus efectos especiales tampoco han envejecido bien consiguen como resultado una película prescindible y que sólo tiene como destacable el tramo final en el que se rebelan lo seres deformes.
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