Hacía mucho que una película de este estilo no me enganchaba tanto. A diferencia de las típicas historias apocalípticas que afectan a todo el mundo, aquí el drama se centra en una sola persona, lo que lo hace más crudo (si llegas a empatizar con el personaje). Todo el tramo en el que te preguntas por qué pasa lo que pasa y cómo el protagonista se las ingenia para sobrevivir es simplemente genial. El actor principal está muy bien elegido: con esa cara medio ingenua, los mofletes, los ojos caídos y la boca siempre entreabierta, terminas sintiendo pena por él. Nada que ver con los héroes de acción de siempre. Lo único que no me convenció fue el clímax final, esperaba algo más lógico o, al menos, que siguiera con ese estilo violento pero creíble. El "romance" se siente forzado, y te pasas media película preguntándote por qué no usan gafas de sol.
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