Un irregular Eli Roth firma supuestamente la dirección de esta adaptación, que más allá de lo fiel o no respecto a la obra original, no funciona como película. Hacer una película de este tipo requiere algo más que poner unos actores con el cosplay del videojuego o saturar al espectador de un CGI pobremente implementado, debe construir una historia y ser mínimamente digerible, que sus diálogos no estorben al menos. La película es relativamente corta, pero lo suficientemente aburrida como para desear que acabe pronto, y eso en una peícula de este género es muy significativo. Ni los tiroteos aportan la diversión necesaria, ni los gags funcionan ni, por supuesto, hay carisma por parte de los personajes. Al final todo trata de tirar hacia adelante, soltar un chascarrillo tras otro y convertir un estreno palomitero en un espectáculo soporífero. Sí, tiene la estética del videojuego y lo hace sin complejos, pero le lastra todo el conjunto tanto que apenas es relevante. El horrible y desacoplado doblaje lo fastidia todo aún más.
Porqué nos cabrean los MOBA
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Si alguna vez no te has cabreado seriamente jugando el LOL, DOTA2, HOTS y
similares, es que o tienes un autocontrol increíble o no has jugado apenas.
La ...
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