
Esperaba mucho de esta película y por eso mi decepción ha sido mayor. Una vez admitida la premisa, que es bastante interesante, de una sociedad donde no se envejece y que el tiempo es la moneda de cambio, puedes esperar que se planteen preguntas como: ¿Qué harías si tuvieras 100 años de vida? ¿La estas aprovechando al máximo? ¿Cuál es el valor de tu vida? ¿El ser humano está realmente hecho para ser inmortal? ¿Todos sin excepción deberíamos de morir?. Las cuales tampoco son nuevas en este tipo de películas, pero una vez hechas esas preguntas y dibujado ese futuro hipotético la película naufraga por unas exageraciones tales como "si pierdes el autobús puedes morir", lo mal representado que están los guetos y ciertas muertes bastante estúpidas. La película se transforma en un Robin Hood futurista que casi parece hecho para aprovechar el tirón de ‘Occupy Wall Street’ y la actual crisis. En fin una buena idea y un horrible resultado. Se me olvidaba con esta película tenemos otro ejemplo de buena traducción "El precio de mañana"
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