He Never Died (¡bingo!)

Sinopsis: Jack no es como el resto de nosotros, pues tiene el don, o la maldición, según a ojos de quien, de la inmortalidad. Auto-aislándose del resto de la sociedad Jack intenta sobrellevar su día a día con discreción, pero cuando su hija Andrea irrumpa en su monotonía diaria todo su mundo se verá trastocado. La violencia más extrema se desatará cuando un grupo de individuos intente acabar con su vida y la de sus seres queridos.

Llegué a esta película de casualidad, mirando en Netflix película tras película sin saber qué ver, y sin querer puse esta película, que encima, ni está doblada al español, sino que hay que verla con subtítulos. Pero el protagonista, un soberbio Henry Rollins, el hombre sabe darle ese toque serio pero que te hace reír por lo serio que dice las cosas, llena la pantalla desde el primer minuto. Tremenda interpretación de alguien que está cansado del paso de los años, y que lo único que quiere en la vida es descansar y dormir, cansado de tanto vivir. Sin escenas especialmente brillantes, es una película sencilla pero que transmite sentimientos. Me ha encantado, lástima que este tipo de películas no se encuentren tanto, y de hecho, ni siquiera Netflix se ha molestado en doblarla.