Sinopsis: Brad Whitaker, un ejecutivo que acaba de casarse, intenta por todos los medios ganarse el afecto de los hijos de Sarah, pero le resulta muy difícil porque los niños echan mucho de menos a su padre. Las cosas se pondrán peor con el regreso de Dusty, ex marido de Sarah y padre de los dos niños. Entre ellos surge una fuerte rivalidad: uno intenta integrarse en su nueva familia, el otro pretende reconquistar a su ex esposa y a sus hijos.El hilo argumental es básico (padrastro pringado que quiere ganarse el cariño de sus hijos frente a padre enrollado que le boicotea) pero sostiene una considerable cantidad de gags de mucha variedad (tópicos racistas, de género, machistas, escatológicos), calidad e inteligencia, de esos que se maceran a lo largo de varias escenas para explotar en el momento justo.
Will Ferrell, con una inmerecida fama de sosaina, aguanta sobre sus hombros muchos sketches que parecen repetitivos pero a los que dota de diferentes personalidades para que no cansen, Mark Walhberg no necesita actuar para hacer de sí mismo y hasta los niños no desentonan en un reparto que desborda un buen rollo contagioso. Se nota que les hace gracia lo que cuentan y es fácil subirse a su carro.
Porqué nos cabrean los MOBA
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Si alguna vez no te has cabreado seriamente jugando el LOL, DOTA2, HOTS y
similares, es que o tienes un autocontrol increíble o no has jugado apenas.
La ...
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