Donde la primera quiso abarcar demasiado, su secuela ha preferido centrarse en poca cosa y aún así durar sus dos horas. La realidad es que las situaciones cómicas y un doblaje penoso, te sacan de la trama, es cierto que en el anime también pasaba esto, pero con actores reales queda mucho más ridículo. Hubiera sido mejor que en vez de mimar tanto el parecido de los actores que parecer cosplayers (especialmente espantososo por lo ridículo que es Lous Armstrong) hubiesen ajustado la duración y enfocarse más en mejores momentos de acción y dramáticos que en ese fanservice de relleno.
Una mala demo y una buena demo
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Vídeo donde explica qué hace que una demo sea buena y cuando no, en un
momento que los early access y los trailes parece que las han sustituido.
Visto e...
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